Durante el concierto de The Black Keys a finales de agosto en el anfiteatro Orion, empezó a llover. “Llovía hasta el punto de que ninguna persona lógica se pone de pie bajo la lluvia. No era sólo una llovizna”, recuerda Ben Lovett.
Además de ser un músico ganador de un Grammy con su propia banda, el combo folkpop Mumford & Sons, Lovett es cofundador de tvg (the venue group) hospitality, la operación con sede en Londres cuyo brazo local, hvg (Huntsville venue group), gestiona Orion en Huntsville.
Antes de ese espectáculo de los Black Keys, los dioses de la lluvia habían sido benévolos con Orion. La advertencia de que “llueva o haga sol” para muchos conciertos en anfiteatros no se había puesto a prueba durante el primer año de apertura del recinto. Y como nunca antes había habido un gran recinto al aire libre en Huntsville, la reacción del público era una variable desconocida. ¿Se refugiaría en los vestíbulos? ¿Se irían a casa?
Cuando cayó el chaparrón durante la actuación de The Black Keys, grupo de bluesrock conocido por éxitos como “Lonely Boy” y “Howlin’ for You”, Lovett estaba en los asientos del coliseo. Mirando al suelo, dice: “Me quedé atónito. Nadie abandonaba la pista, nadie se movía, y simplemente estaban allí en el momento. Ese tipo de abandono que se siente al ver música en directo bajo la lluvia, tiene algo realmente muy liberador.”
Fue una visión dulce para Lovett, que junto con otros directores de tvg había estado trabajando con los líderes de la ciudad para abrir un lugar de clase mundial en Huntsville, un mercado creciente pero terciario en el norte de Alabama, durante unos años. También fue una visión tranquilizadora. Aunque el clima del primer año fue cómodo, lo más probable es que no sea siempre así. “Pero puedo decir con confianza que ahora se siente bien allí con la lluvia”, dice Lovett con su encantador acento británico.
